lunes, 11 de noviembre de 2013

Estructura de un texto



Todo texto presenta dos organizaciones de su contenido. Por un lado, la estructura externa, esto es, la disposición de los elementos tal y como los percibimos (párrafos, estrofas...); y por otro, la estructura interna, esto es, la organización de las ideas y su interrelación (partes en que podemos dividir un texto, ideas principales y secundarias.).
Hasta el texto más pequeño presenta una estructura determinada y una composición predeterminada de los elementos y de  las ideas. Debéis, por tanto, precisar en qué partes se puede dividir un texto desde el punto de vista de su contenido y señalar cómo se relacionan entre sí las diversas ideas, principales y secundarias, que afloran en el texto.
Normalmente, en los textos breves podemos destacar entre dos y cuatro partes, relacionadas entre sí por el tema o idea principal. A veces, las partes coinciden con los párrafos, las estrofas o las intervenciones en un diálogo. En otros casos, la estructura ya viene definida por el tipo de texto. (Recordemos que un editorial periodístico tiene dos partes: titular y cuerpo, que es el texto, y que éste a su vez se divide en tres partes: introducción, desarrollo y conclusión del asunto tratado; en un texto narrativo, también podremos distinguir tres partes: planteamiento, nudo y desenlace). Otras veces, sobre todo en fragmentos literarios, la determinación de la estructura no es tan sencilla; debemos entonces recurrir a otras circunstancias: personajes, modalidad textual (narración, descripción, diálogo, exposición, argumentación.), tiempos verbales, etcétera.

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